domingo, 11 de noviembre de 2012

Practicando con un monólogo

Hace años leí Eclipse Total, de Stephen King. En el enlace al libro podéis ver el argumento de la historia así que no voy a repetirlo aquí. Siguiendo con la lectura de los fascículos que estoy cogiendo he visto los distintos tipos de voces orales y escritas que pueden utilizarse. Entre las orales encontramos los diálogos y los soliloquios, entre las escritas, los diarios y las memorias. 

El soliloquio es un diálogo del personaje que habla consigo mismo, sin nadie que pueda responderlo y, aunque Eclipse Total no sea un soliloquio sino un monólogo, como me gustó cómo estaba escrito el libro y por el parecido que le encuentro con los soliloquios, me he animado a hacer mi propio monólogo en voz de un personaje protagonista ante una típica escena de despedida. Algo muy breve para no excederme.


Te preguntarás por qué te he traído aquí ¿no? ¿tienes frío?, toma, ponte mi chaqueta. Sí que hace un poco de “risqui”, sí, brrrrrrr, ¡no! Quédate la chaqueta, te morirías de frío si estuvieses aquí escuchándome sólo con ese vestidito que te has puesto hoy. Vale, por dónde iba…¡ah, sí! Por qué estamos ahora aquí, bajo este cielo raso de primavera cubierto de estrellas. ¡Mira, esa es la osa mayor! ¿la ves? No, sé lo que estás pensando, no soy ningún entendido en astronomía pero de pequeño solía ir hasta la playa con mi abuelo, él sí que sabía...fue un gran tipo, en serio, te caería bien. 

Vaya, qué suerte… pongámonos debajo de la cornisa. Mejor, ¿no? Si no deja de llover diremos que ha sido una ¡agua-fiesta! Agua-fiesta, ¿lo pillas no? Vale sí, ha sido un chiste malo… ya sé que soy un poco “memo”, como tú dices. Ya, ya sé que es broma…Empiezo a aburrirte. No hace falta que lo niegues, terminaré rápido. 

Te estaba diciendo qué hacemos aquí congelándonos. No es fácil decirlo, creo que todavía no lo tengo asumido ni yo, ¿sabes? Estoy un poco nervioso. Y asustado. No disimulo muy bien moviéndome todo el rato de derecha a izquierda ¿eh? Intentaré recordar la próxima vez que debo estarme quieto. 

Cuando termine el curso me iré fuera, a Noruega. No te lo esperabas, ya lo sé. Ha sido todo tan de repente… eh, venga no estés triste. Ven, anda, que no. No pasa nada si “por un casual“ me ensuciaras la camisa de rimmel, no te preocupes. Esto es una despedida sí. Eh...pero que volveremos a vernos, no ves que Noruega está a...a… “ná” ¡aquí al lado! ¿Ves?, cuando te ríes estás más guapa. Cómo eres, ¿eh? Encima que te hago reír me dices que soy un payaso, ay… yo también te echaré de menos. 

¿Ya estás mejor? Así me gusta, esta es mi chica. Claro, te escribiré de vez en cuando. Yo también te deseo mucha suerte, bueno pues… ah, vale sí, la chaqueta, claro…mi madre se pondría echa una furia si la dijera que no la tengo… ya nos veremos, ¿vale? Algún día, prometido. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario