lunes, 5 de marzo de 2012

Charles Chaplin

Todo empezó hace ya, más o menos, una década. No recuerdo qué día de la semana era, solamente que fue una noche cualquiera frente al televisor. En uno de los zapping nos llamó la atención que se emitiera una película en blanco y negro y, supongo que por la curiosidad, decidimos ver un poco más.

Un joven con un minúsculo bigote, tan oscuro como sus ojos maquillados, aparecía recorriendo las escenas con cómicos movimientos, tropezándose con sus propias ropas y comunicándose sin mediar palabra alguna. Sí, así era, estábamos ante una película muda del genial y famoso Charles Chaplin.

Charles Spencer Chaplin, británico nacido en la primavera de 1889, falleció a los 88 años en Suiza. Chaplin construyó toda su vida alrededor del cine, mayormente en el género mudo. No voy a contar aquí su biografía porque se puede encontrar en cualquier lado, y además con todo lujo de detalles.

Una escena de 'El Chico'
El Chico es una de sus obras más famosas. En ella Chaplin se hace cargo de un niño abandonado que cuida y quiere durante 5 años, como si de su propio hijo se tratara. La complicidad de la pareja padre-hijo  se siente en cada escena, inclusive el desenlace que, como no, es feliz. 

De sus películas es difícil decantarse por una sola, las que explotan el lado más conmovedor del pobre Charlot son, además de la que ya he comentado, Luces de la ciudad en la que el vagabundo se enamora de una muchacha ciega que vende flores y consigue el dinero necesario para que un famoso médico la opere y recupere la visión. El vagabundo (o Charlot, músico ambulante) es un cortometraje en el que, de nuevo, Charlot actúa como protector de una hermosa joven, esta vez una chica raptada durante su infancia por unos gitanos que la maltratan, que encuentra mientra deambula tocando su violín.

Entre sus momentos más cómicos merece la pena destacar todo el cortometraje completo de La pista de hielo, así como las actuaciones que realiza en El circo, que le permitió ganar a Chaplin un Óscar en 1928.

Lo que más me impresiona de Chaplin, como ya comenté hace algún tiempo, es esa habilidad y ese talento de comunicarse con el espectador sin más recursos que la expresión corporal. En mi opinión, esa es la auténtica esencia del cine, no solo del mudo: el arte de vivir y hacer vivir a los demás cada escena interpretada con  esa aparente facilidad, como si ser esa otra persona o como si transmitir esos sentimientos ajenos fuera algo propio. El sentido de la común frase "meterse en el papel", de lo que significa la empatía, adquiere su significado, más que nunca, gracias a estrellas como Chaplin.


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